¡y traducido por una servidora! Un libro que no me dio respiro. A continuación, las consabidas fotitos:
Y acá, de nuevo, con este libro, el mismo problema que tuve con el Diccionario Crítico de Falsos Cognados: los perros que ladraban en la cuadra de enfrente -un ladrido totalmente inútil, sólo permitido porque los dueños los tienen como "alarmas animales"-; hubo que ir a convencer a los vecinos de que es mucho mejor tener traducido un libro de esta calidad que permitir que su perro persistiera en un inútil ladrido. En algún caso, se logró sin problemas; en otros, se logró, pero a regañadientes de la bruja de la dueña.
Recomiendo su compra, ampliamente. Terry Eagleton, en más de un caso, es ácido cítrico puro, pero siempre con sobrados fundamentos. Contagiarnos un poco de su carácter y su postura nos haría bien a los argentinos: críticas bien fundamentadas, que dan en el blanco y, sobre todo, que no dejan lugar a cortesías interesadas.
Como siempre, de Prometeo Libros. Visiten la librería de la avenida Corrientes. Vale la pena.