Hoy traigo otra cuestión interesante planteada por mi colega Miguel Siso Fernández, al que ya nombré en otro artículo.
Miguel comenta lo siguiente:
ABRO CITA
Fijate que, por ejemplo, siempre se traduce como "secretarios" a las
autoridades de EE.UU. que vendrían a ser lo que nosotros conocemos en casi
todo el continente como "ministros", pero... acá aplica el calco como
una cosa fija.
CIERRO CITA
Es cierto: en EE. UU. se denomina "departamento" a los organismos del Poder Ejecutivo que se ocupan de un determinado interés que dicho Poder Ejecutivo desea proteger o promover.
En la Argentina sucede exactamente lo mismo; tenemos, dentro de la órbita del Poder Ejecutivo, organismos que se ocupan de promover/proteger distintos intereses, con la diferencia de que esos "departamentos" se llaman, en la Argentina, "ministerios". Es decir: en tiempos de guerra, en la Argentina hubo un Ministerio de Guerra; cuando la guerra cesó, la existencia de ese ministerio dejó de tener sentido y se lo disolvió. Si a determinado Poder Ejecutivo le interesa promover/proteger la producción industrial, genera un Ministerio de la Producción, y lo mismo sucede con ciertos valores básicos para toda sociedad y todo pueblo: la educación, el trabajo, la economía, la seguridad interna, las relaciones con países extranjeros, la supervisión de los cultos religiosos, entre otros.
El hecho de que en un país, Estados Unidos, se llame "department" a esas delegaciones del Poder Ejecutivo y que en la Argentina (y en el resto de Latinoamérica) se las denomine "ministerio" no autoriza, a mi criterio, a emplear un calco de traducción, "department" como "departamento", y mucho menos al "secretary", que es la cabeza del "department", como "secretario". En la Argentina, los ministerios se dividen en secretarías, y quien encabeza la secretaría tiene el cargo de "secretario". En este último caso, estaríamos metiendo la pata con un falso cognado: equiparar el rango de ministro (más alto) con el de secretario (inmediatamente inferior), cuando el "secretary" estadounidense no es un "secretario", sino un "ministro".
Es decir, si traducimos el "Department of Education" estadounidense como "Departamento de Educación" se provoca una confusión: no se sabe bien si ese "Departamento de Educación" tiene rango ministerial o no.
Cuando traducimos institutos jurídicos, tenemos que fijarnos en la naturaleza jurídica del instituto jurídico en castellano y compulsarlo con la naturaleza jurídica del mismo instituto en inglés, aunque tengan distinto nombre. Así, la "execution" del derecho anglosajón de contratos NO es la "ejecución" del derecho argentino de contratos. Son dos cosas muy diferentes. De la misma forma, cuando traducimos nombres de instituciones, como en el caso de "department" en EE. UU., tenemos que fijarnos en la función que cumple un "department", y allí nos daremos cuenta, investigación mediante, que cumple funciones muy parecidas a las de un ministerio argentino. ¿Y por qué digo "muy parecidas"? Porque las funciones que cumple un ministerio en la Argentina y su par en cualquier otro país, Estados Unidos o cualquier hermano país latinoamericano, no siempre son idénticas. Cada país defiende sus intereses de manera distinta. En el caso del Ministerio de Educación, el sistema educativo argentino tiene una estructura determinada, y el sistema educativo estadounidense tiene otra estructura, diferente en algunos puntos a la nuestra y parecida en otros. Es lógico, entonces, que, si vamos al detalle, ciertas funciones sean diferentes entre uno y otro, pero lo cierto es que 1) ambos son organismos del Poder Ejecutivo; 2) ambos protegen un interés del Estado: la educación.
¿Lo digo una vez más? No, yo no, lo dijo papá Shakespeare a través de las brujas de Macbeth: "Engañosas y traicioneras son las palabras; siempre quieren decir algo distinto". No nos dejemos encandilar por la palabra, por el significante; miremos el significado.