El otro día dejé colgado el artículo titulado "Santo" porque me fui a comer. Y después tuve que trabajar como loca, así que quedó colgado.
En castellano, los adjetivos pueden tener dos posiciones respecto del sustantivo: pueden estar antepuestos (antes del sustantivo) o pospuestos (colocados después del sustantivo).
La posición más común de los adjetivos calificativos respecto del sustantivo es a continuación de éste; es decir, pospuestos. ¿Cuál es la excepción a esta regla? 1) Cuando el adjetivo indica una característica intrínseca del sustantivo. El ejemplo típico que suele darse es "blanca nieve" o "verde césped". Pero también hay otros ejemplos en los que no advertimos que éste sería el orden que deberíamos utilizar: se suelen oír frases del siguiente estilo:
"Me miró con sus ojos verdes, como suplicándome...".
Y al poner "ojos verdes" se da la impresión de que la persona tiene, además de un par de ojos verdes, otro par de ojos de otro color. O sea, es una especie de monstruo con varios pares de ojos, o al menos dos.
Claro, lo que sucede es que decir en el habla cotidiana "verdes ojos" suena demasiado literario, y lo más probable es que si llegamos a decir "verdes ojos" (o fórmula parecida) en el bar de la esquina, cuando estamos jugando al truco con los chochamus, nos tiren una zapatilla por la cabeza.
La otra excepción, la número 2), es la que utilizamos cuando queremos agregar expresividad o emotividad a la combinación adjetivo + sustantivo. Por ejemplo: "es una excelente persona". Con decir "es una persona excelente" ya estamos hechos; pero al anteponer el adjetivo, otorgo énfasis y expresividad a la frase completa.
Hay otro tipo de adjetivos (dentro de los muchos tipos que existen; sugiero ver la clasificación completa en libros especializados): los relacionales. No son adjetivos que califiquen a un sustantivo, sino que se trata de adjetivos que relacionan un sustantivo con un determinado campo. Por ejemplo: "asuntos financieros". "Financieros" es un adjetivo relacional, puesto que relaciona los asuntos con un cierto campo, el de las finanzas. Y este tipo de adjetivos nunca va antepuesto. No es correcto en castellano hablar de "financieros asuntos".
Y para terminar: lo de "santo remedio" y "palabra santa", más que poder ser analizados desde el punto de vista de la posición ocupada por el adjetivo "santo/a" hay que considerar que son frases hechas. Nacieron así y siguen siendo así. Vox populi, Vox Dei.