Hay mucha confusión con el uso de estos dos verbos. Yo misma tengo, a veces, algunas dudas respecto de su uso.
De todas formas, algo es claro: no tiene ningún sentido decir "Escuchamos cuatro disparos". No: oíste cuatro disparos. ¿Cuándo usamos el verbo "oír"? Cuando un ruido "golpea" nuestro oído, inesperadamente, y como no somos sordos, registramos ese ruido; lo oímos.
"Escuchar" implica un acto de atención, deliberado, por el cual estamos esperando oír ese estímulo a nuestro oído. Entonces, pude haber escuchado los otros tres disparos, pero el primero, sin dudas, lo oí.
Charlando de este tema con una amiga, ella me contó su teoría -que a la vez tomó de otra persona-: a la gente le gustan las palabras rimbombantes, y por ese motivo prefieren "escuchar" a "oír". Yo tengo otra teoría: la conjunción de vocales que se producen en "oír", una palabra, para colmo, corta, hace que sea un verbo antipático de pronunciar. Con la palabra "oído" no tenemos más remedio, pero ante la incomodidad de pronunciar "oír", se prefiere el verbo "escuchar".
Siguiendo con el ejemplo de arriba, "escuchamos cuatro disparos", lo mismo sucede cuando hablamos por teléfono y la línea telefónica no funciona bien. ¿Qué suele oírse? "No te escucho" en lugar de "no te oigo". Con "no te escucho", en realidad, lo que le estamos diciendo al interlocutor es "no te estoy prestando atención" o "no me importa lo que decís".
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