¿Qué son
las construcciones?
Las construcciones son
conjuntos de dos o más palabras que cumplen juntas una misma función. Una de
esas palabras siempre va a funcionar como núcleo; la reconocemos porque es la
palabra esencial de la construcción. Por ejemplo:
La mujer sentía graves dolores.
"Graves dolores"
es el objeto directo del verbo "sentía". Como este objeto directo no
está formado por una sola palabra, decimos que es una construcción. Dentro de
ella, la palabra esencial es "dolores", y decimos que es esencial
porque podría no estar adjetivada con "graves" ni con ningún otro
adjetivo y de todas formas sigue cumpliendo su función. Entonces,
"dolores" es el núcleo de esa construcción que cumple la función del
objeto directo, mientras que "graves" es su modificador directo.
Las construcciones pueden
tener varios núcleos. Por ejemplo:
Comió pollo, pastas y postre.
Otra vez tenemos un objeto
directo con forma de construcción. En este caso, tiene tres núcleos,
"pollo", "pastas" y "postre", coordinados por una
coma y una conjunción copulativa "y".
Ciertas construcciones están
formadas por una preposición y un sustantivo (que puede o no estar modificado),
pero ninguna de las dos puede cumplir por sí sola la función asignada. En ese
caso, la preposición cumple la función de nexo subordinante y el sustantivo es
el término. Dentro de ese término, analizaremos esa construcción como vimos en
los párrafos anteriores (determinaremos cuál es el núcleo o cuáles son los
núcleos, y determinaremos cuáles son los modificadores directos o indirectos).
Un ejemplo de estas
construcciones formadas por preposición y sustantivo (modificado o no) es la
siguiente:
Ella se compró una mansión de azúcar y
caramelo.
"Una mansión de azúcar
y caramelo" es el objeto directo de "compró". Analicemos la
construcción: la palabra más importante, el núcleo de la construcción, es
"mansión". Está modificada de forma directa por "una" y de
forma indirecta por "de azúcar y caramelo". Ese modificador
indirecto, "de azúcar y caramelo" se analiza de la siguiente forma:
"de" es el nexo subordinante, y "azúcar y caramelo" es el
término. Y dentro de ese término analizo de esta manera: tanto
"azúcar" como "caramelo" son los núcleos, que están
coordinados por la conjunción copulativa "y".
¿Puede una construcción
tener como núcleo un adjetivo? Puede. Veamos el siguiente ejemplo:
Ella vivía en una casa muy pobre.
"En una casa muy
pobre" es una construcción que cumple la función de complemento
circunstancial de lugar. Lo analizamos de la siguiente manera: "en"
cumple la función de nexo subordinante; "una casa muy pobre" cumple
la función de término. "Casa" es el núcleo de la construcción;
"una" es el modificador directo, y "muy pobre" también es
el modificador directo. Ahora bien: "muy pobre" es una construcción
que está funcionando como modificador directo, cuyo núcleo es el adjetivo
"pobre". Y el adverbio "muy" es el modificador del adjetivo
"pobre".
Otras dos construcciones que
pueden presentarse dentro del análisis sintáctico son la aposición y la
construcción comparativa. La aposición está formada por un sustantivo o una
construcción sustantiva que suele (no siempre) estar encerrada entre comas y
que funciona, por así decirlo, como un "sinónimo", un equivalente del
sustantivo que la precede.
Un ejemplo de aposición
encerrada entre comas es el siguiente:
Ese aparador, una reliquia, fue un regalo
de mi abuela.
"Una reliquia" es
el equivalente de "ese aparador"; es como decir "aparador"
con otras palabras. "Una reliquia" es aposición de "ese
aparador".
En ciertas ocasiones, la
aposición puede intercambiar su lugar en la oración con el núcleo del sujeto.
No es el caso de la oración anterior, sino el caso de, por ejemplo, esta
oración:
Carlos, su hijo, es el más aplicado de los
alumnos.
Aquí sí podemos decir:
Su hijo, Carlos, es el más aplicado de los
alumnos.
Podemos intercambiar el
lugar de la aposición con el del núcleo del sujeto, y por lo tanto se
intercambiarán las funciones: en la segunda oración, el núcleo del sujeto es
"su hijo" —cuando en la primera el núcleo del sujeto era
"Carlos"—, y la aposición es "Carlos", mientras que en la
primera oración la aposición era "su hijo".
Cuando hablamos sobre todo
de nombres y de parentescos, también se puede presentar el caso de la aposición
sin comas (por eso dije más arriba —y en alguna parte de este libro— que la
aposición suele estar encerrada entre
comas). Por ejemplo:
La tía Elisa trajo torta para el té.
En este caso, el sujeto es
"La tía Elisa". El resto es el predicado de la oración. ¿Cómo
analizamos este sujeto? Porque lo primero que se nos plantea es cuál de los dos
es el núcleo del sujeto, si "tía" o si "Elisa". El análisis
es el siguiente: "tía" es el núcleo del sujeto; "la" es el
modificador directo y "Elisa" se marca como "aposición sin
comas". "Elisa" no es un modificador directo, sino algo más que
un modificador directo, porque en realidad "tía" y "Elisa"
son sinónimos entre sí.
¿Qué diferencia hay entre
estas dos oraciones?
Su
hijo, Carlos, es el más aplicado de los alumnos.
Su
hijo Carlos es el más aplicado de los alumnos.
En el primer caso, el
encerrar entre comas el nombre, Carlos, nos da la idea de que Carlos es el
único hijo de la persona de quien se habla. Entonces Carlos funciona como
refuerzo de "su hijo". En cambio, en el segundo caso parece haber más
de un hijo y se está individualizando cuál de todos agregando a
"hijo" el nombre del hijo específico al que el hablante está
aludiendo.
Desde el punto de vista del
análisis sintáctico, vemos que la diferencia sólo radica en que, en el primer
caso, estamos ante el caso de una aposición encerrada entre comas y en el
segundo caso estamos ante el caso de una aposición sin comas.
La otra construcción que es
preciso comentar es la construcción comparativa. En este caso, tenemos una o
varias palabras encabezadas por un nexo comparativo (como, cual)
Un caballero como Ernesto merece una mejor
mujer.
"Como Ernesto" es
una construcción comparativa. Es una especie dentro de los modificadores
indirectos, motivo por el cual en algún que otro texto escolar se la puede
encontrar marcada como "m.i." (modificador indirecto). Se la analiza
de la siguiente manera: "como" es el nexo comparativo y
"Ernesto" es el término y, además, el núcleo de dicho término.