- Verbos
reflejos y cuasi reflejos
Ejemplos de verbos reflejos
o reflexivos:
La gente del palacio se
lavaba las manos con cerveza y se afeitaba con miel.
En esta oración, el primer
"se" es un objeto indirecto (el objeto directo es "las
manos"), y el segundo "se" es un objeto directo. Nos damos
cuenta de que es objeto directo porque puedo reponer la persona sobre la que
recae la acción, "se afeitaba a ella misma/ a sí misma", y ese
"a ella misma / a sí misma" es un objeto directo.
Para cada persona gramatical
se emplea un pronombre en especial:
Yo me miro.
Tú te lavas.
Nosotros
nos amamos.
Estos verbos van acompañados
de formas pronominales y objeto directo o indirecto en la misma persona que el
sujeto.
Ejemplos de verbos cuasi
reflejos:
Se fue a la puerta con una mano en la espalda.
Me he levantado tarde.
Los pronombres
"se" y "me" no funcionan ni como objeto directo, ni como
objeto indirecto. La forma reflexiva es aparente. Estas formas pronominales "se"
y "me" (y "nos" y "te") se llaman "signos de
cuasi refleja".
Diferencia entre verbos
reflejos y cuasi reflejos: para identificar un verbo como reflexivo, deben
presentarse en la oración los siguientes elementos:
a) un sujeto
b) un verbo transitivo
c) un objeto directo o
indirecto desempeñado por un pronombre que repite la persona indicada por la
desinencia o terminación del verbo. Por ejemplo: Yo me lavo. En este caso, la misma persona gramatical ("yo",
"me") es sujeto y objeto directo.
Cuando el verbo es cuasi
reflejo no se dan esas condiciones; el pronombre no es ni objeto directo ni
objeto indirecto.
Generalmente, los verbos que
indican vida interior, movimiento o entrada a un estado admiten la construcción
cuasi refleja o cuasi reflexiva por la forma.
Ejemplos:
Me enojaré.
Nos vamos.
Se avergonzó.
Os acordaréis.
Te olvidaste.
Se enfrió.
Forma práctica de
distinguirlos: los verbos reflejos admiten un "refuerzo reflexivo";
es decir, el objeto directo o indirecto desdoblado. Por ejemplo:
Me contemplo (a mí mismo).
Me miro las manos (a mí
mismo).
En cambio, el verbo cuasi
reflejo no admite el desdoblamiento o refuerzo del signo de cuasi reflejo. Si
decimos "Me voy", no puedo agregar "a mí mismo" sin que la
oración se transforme en una incongruencia.
Los verbos reflexivos y
muchos cuasi reflejos usan todas las formas pronominales.