Se habló y se habla mucho de la reforma educativa en la ciudad de Buenos Aires.
Sus detractores dicen, básicamente, que es una reforma que está al servicio de los intereses empresarios; es decir, que forma a los alumnos para que entren a empresas a trabajar, a trabajar gratis (en forma de pasantías), y, por ende, que es una reforma de tipo "utilitaria"; es decir, cuyos contenidos curriculares no les permitirían a los alumnos, en teoría, acceder a instituciones terciarias.
Tengo dos cosas que decir al respecto:
Una: en mi caso personal, "el" instrumento que me permitió acceder a la educación universitaria fue TENER TRABAJO, porque me permitió pagarme los estudios, no tener que pedirle plata a mi viejo para libros, ni para cuadernos, ni para carpetas, ni para nada; ese acicate, a la vez (el de estar pagándome yo la carrera), me alentaba a estudiar, a meterle acelerador a fondo y terminar la carrera;
Dos: no sé si la reforma es buena o mala; casualmente la critican los kirchneristas, lo cual hace que yo crea que las críticas son infundadas; pero eso, ahora, no importa. Lo que sí importa, joven argentino, es que estudies dentro del sistema o régimen que estudies, vos siempre tenés la oportunidad de "salirte" de ese sistema leyendo por tu cuenta, estudiando por tu cuenta, investigando por tu cuenta.
No te comas el verso de que "si el Gobierno de la Ciudad te impone determinado diseño curricular, vos vas a estar 'preso' de ese diseño". Eso va a ser así solamente si vos querés; si no querés, insisto, leé por tu cuenta, estudiá por tu cuenta, investigá por tu cuenta, abrite al mundo del conocimiento de una manera independiente, autónoma.
Vuelvo a decirlo: no sé si la reforma es buena o mala. Lo importante es que vos tenés tu capacidad de decisión para agregarle a tu vida los conocimientos que pueden llegarle a faltar a un diseño curricular equis.
Y lo que ciertos compatriotas argentinos no se bancan es que vos pienses por tu cuenta, de manera independiente.
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