Y como Luisita hace todo al revés, recién en el artículo V viene la definición de adverbio:
"El adverbio es un tipo de palabra que agrega al verbo una dimensión temporal, espacial o modal, o bien le agrega algún otro tipo de circunstancia en que dicho verbo se desenvuelve (cantidad, compañía, frecuencia, punto de vista, etc.). Cabe aclarar que excepcionalmente hay adverbios de modo que modifican al núcleo del sujeto; véase la siguiente oración, que está perfectamente construida:
'Solamente el viejo tío Pepe estaba sentado en el tronco'.
Allí, "solamente" -adverbio de modo equivalente a 'sólo'- funciona excepcionalmente como modificador directo de 'el viejo tío Pepe'".
El adverbio es, además -y como ya se vio o adivinó en los otros artículos- una palabra invariable; es decir, no pueden atribuírseles categorías como el género y el número.
Sin embargo, sí admite modificaciones de grado.
Sintácticamente, funciona como:
- modificador del verbo: "La maestra vive cerca".
- modificador del adjetivo: "Clara es muy inteligente".
- modificador de otro adverbio: "Clara cantó más alto".
- adverbio extraclausular: "Generalmente viene los lunes".
- adverbio disyunto: "Felizmente, Clara se recuperó".
Ciertos adverbios pueden funcionar de la siguiente forma:
- como núcleo de una construcción preposicional: "Clara vive cerca de la escuela" ("cerca de la escuela" es el circunstancial de lugar; "cerca" es el núcleo, "de la escuela" es el modificador indirecto, y dentro de este modificador indirecto, "de" es el nexo subordinante, "la escuela" es el término, y dentro del término, "escuela" es el núcleo y "la" es el modificador directo).
- como complemento de una preposición: "El helicóptero se desplaza hacia arriba".
- como modificador de un sustantivo: "La explotación petrolera se realizaba mar adentro".