Días pasados me contactó una colega, la Trad. Dolores Cibils, con un mensaje de correo electrónico muy líndo y cálido. En él me solicita una opinión sobre el traductor literario, científico y técnico.
En realidad, es poco lo que puedo decir/opinar al respecto. Como soy traductora pública (y, para colmo, jurídica), no tengo la experiencia de haber cursado un traductorado literario / científico / técnico como para hablar con conocimiento de causa acerca de las materias que allí se cursan.
Las dos cosas que sí puedo decir son las siguientes: creo que a un traductor literario / científico / técnico le caben las mismas generales de la ley que a cualquier traductor, público o no, graduado dentro de los canales formales de nuestro sistema educativo o formado de manera autodidacta: manejarse con responsabilidad dentro de los temas que acepta traducir, definir una, dos o tres especialidades y especializarse efectivamente en ellas, seguir estudiando sus idiomas, agregar algún otro (lo cual siempre viene bien), y creo que no mucho más.
Esta cuestión de "definir una, dos o tres especialidades" me parece crucial. A veces, uno encuentra perfiles de traductores en sitios como Translators' Café o Proz donde ciertos traductores tienen veintitrés especialidades. Eso es una locura. "Especialidad" quiere decir "tener un nivel de conocimiento de cierta materia con la misma profundidad que si se la hubiera cursado en el marco de una carrera universitaria". Entonces, si digo que mi especialidad es "bolsa de valores", tengo que conocer a fondo el manejo de la bolsa de valores y todo lo concerniente a los títulos que se manejan en ella, la naturaleza de la sociedad llamada "bolsa de valores", qué vínculo tiene con la Comisión Nacional de Valores, de quiénes dependen ambas entidades; es decir, tengo que ser especialista. A fin de cuentas, estoy diciendo que ésa es mi especialidad, ¿no? Lo que quiero decir es que me da un poquitín de vergüenza ajena ver cómo se banaliza la traducción.
Lo que también es cierto es que estos foros deberían prever, en sus formularios, espacios para que el traductor coloque en qué temas es realmente un especialista y cuáles otros temas conoce con menos profundidad. Pero, claro, sucede que de un tiempo a esta parte la traducción se tornó un commodity más, "sale con fritas", y además son muchas las agencias, además de ciertos sitios de Internet, que están a cargos de tipos que no tienen nada que ver con la traducción, sino que son meros comerciantes que, en más de una ocasión, lucran con la soledad del traductor.
La otra cosa que se me ocurre decir con referencia al mensaje de la Trad. Cibils es que, como bien saben los habitués de este blog, si bien soy traductora jurídica, también incursioné en la traducción de ensayos, algún que otro libro de cuentos, alguna que otra novelita para niños o adolescentes, y que también hago traducciones para un laboratorio oftalmológico. Sucede que, en cuanto a las traducciones literarias, desde chica leí mucha literatura, así que traducir ensayo y literatura sencilla no me resulta difícil. Rechazaría cualquier oferta de traducir los clásicos ingleses, por ejemplo, porque no cuento con la suficiente formación como para estar a la altura de ellos. Y en cuanto a la oftalmología, me puse a investigar. Los textos que me llegan de este laboratorio ópticos son, en realidad, una mezcla de nombres referidos a instrumental oftálmológico, alguna que otra afección oftalmológica, mucho de terminología jurídica (en los contratos, por ejemplo), así que las primera traducciones no fueron algo tan ajeno a mis conocimientos específicos (jurídicos) ni a mis conocimientos generales de anatomía humana. Con el tiempo, sí, tuve que ponerme a estudiar y a armar mis propios glosarios, que hoy en día me simplifican mucho la tarea porque las denominaciones se repiten.
En fin, Dolores, creo que no es mucho lo que puedo decir respecto del tema que me pedís, pero por lo menos no dejé de responderte. Es algo.
El blog de Luisa Fernanda Lassaque. Una mirada argentina sobre el idioma castellano, el idioma inglés, la traducción de una lengua a otra, la filosofía del lenguaje, el lenguaje de los medios y yerbas anexas
miércoles, 18 de abril de 2012
Cuando la voz pasiva es necesaria
Hay ocasiones en que incomprensiblemente no se utiliza la voz pasiva cuando ésta es no sólo necesaria, sino imprescindible para expresar la verdad de lo que se está describiendo.
Hace ya un tiempo, cuando sucedió el desgraciado maremoto/terremoto en Chile, un diario porteño tituló la nota:
Equis Equis, el pueblo que se tragó el mar.
Les pido mil disculpas a los lectores, pero no recuerdo el nombre del pueblo, así que le pongo un nombre figurado. La cuestión es que, en este caso, el titular debió haberse redactado de la siguiente manera:
Equis Equis, el pueblo tragado por el mar.
puesto que la verdad ideológica de lo que se dice es ésa: el mar se tragó el pueblo, y no a la inversa.
Cuando tenemos este tipo de oraciones con proposiciones subordinadas adjetivas, hay que desdoblar la oración en dos oraciones:
Equis Equis es un pueblo.
El mar se tragó el pueblo.
Para armar la oración con proposición subordinada, el objeto directo de la primera oración, "un pueblo", tiene que coincidir con el sujeto de la segunda oración; y entre estas dos oraciones no hay tal coincidencia.
Además, damas y caballeros, ruego que apelemos al sentido común; si quiero hablar, en efecto, de un pueblo que se traga un mar, ¿cómo lo expreso? "El pueblo que se tragó el mar". Ajá. Entonces, ¿qué significa lo que escribieron en el susodicho diario? ¿Que expresar que un pueblo se traga un mar y que un mar se traga un pueblo se dice de la misma manera, aunque sean realidades opuestas? Un delirio total.
Lo mismo sucede con la siguiente oración que leí días pasados en un importante portal de Internet, y que a su vez estaba tomada de un importante diario de tendencia derechista de la Argentina. La frase era:
Telam, la agencia noticiosa que controla el gobierno.
De nuevo: debió haber dicho "la agencia noticiosa controlada por el gobierno", porque así como está redactada, la oración está diciendo que la agencia noticiosa controla al gobierno (y no "el gobierno", como estaba (erróneamente) escrito).
La cuestión de la voz activa y de la voz pasiva es sencilla: lo único que hay que ver es quién ejecuta la acción y quién la recibe; quién es el sujeto pasivo y quién es el sujeto activo. Me parece que más clarito, échele lavandina.
Hace ya un tiempo, cuando sucedió el desgraciado maremoto/terremoto en Chile, un diario porteño tituló la nota:
Equis Equis, el pueblo que se tragó el mar.
Les pido mil disculpas a los lectores, pero no recuerdo el nombre del pueblo, así que le pongo un nombre figurado. La cuestión es que, en este caso, el titular debió haberse redactado de la siguiente manera:
Equis Equis, el pueblo tragado por el mar.
puesto que la verdad ideológica de lo que se dice es ésa: el mar se tragó el pueblo, y no a la inversa.
Cuando tenemos este tipo de oraciones con proposiciones subordinadas adjetivas, hay que desdoblar la oración en dos oraciones:
Equis Equis es un pueblo.
El mar se tragó el pueblo.
Para armar la oración con proposición subordinada, el objeto directo de la primera oración, "un pueblo", tiene que coincidir con el sujeto de la segunda oración; y entre estas dos oraciones no hay tal coincidencia.
Además, damas y caballeros, ruego que apelemos al sentido común; si quiero hablar, en efecto, de un pueblo que se traga un mar, ¿cómo lo expreso? "El pueblo que se tragó el mar". Ajá. Entonces, ¿qué significa lo que escribieron en el susodicho diario? ¿Que expresar que un pueblo se traga un mar y que un mar se traga un pueblo se dice de la misma manera, aunque sean realidades opuestas? Un delirio total.
Lo mismo sucede con la siguiente oración que leí días pasados en un importante portal de Internet, y que a su vez estaba tomada de un importante diario de tendencia derechista de la Argentina. La frase era:
Telam, la agencia noticiosa que controla el gobierno.
De nuevo: debió haber dicho "la agencia noticiosa controlada por el gobierno", porque así como está redactada, la oración está diciendo que la agencia noticiosa controla al gobierno (y no "el gobierno", como estaba (erróneamente) escrito).
La cuestión de la voz activa y de la voz pasiva es sencilla: lo único que hay que ver es quién ejecuta la acción y quién la recibe; quién es el sujeto pasivo y quién es el sujeto activo. Me parece que más clarito, échele lavandina.
miércoles, 4 de abril de 2012
Hablemos del adverbio - Parte VIII
La abundancia de adverbios terminados en -mente en los textos hace que la lectura de éstos se torne pesada; y la situación no mejora si nos limitamos a reemplazar los adverbios terminados en -mente por "de modo (+ adjetivo)" o "de manera (+adjetivo)".
Por eso, es necesario conocer un buen repertorio de locuciones adverbiales, que además tienen la virtud de aportar color y gracia a nuestros escritos. Y como ventaja adicional, muestran eso que simpre se promueve desde este humilde blog: que el traductor/redactor/escritor muestre que cuenta con muchos y buenos recursos.
Si necesitamos reemplazar "maravillosamente", podemos emplear "de maravillas"; para "nuevamente", la nunca bien ponderada locución "de nuevo"; para "descuidadamente", "sin cuidado"; para "finalmente", "al final" o "en definitiva" (según el caso y según el contexto); para "inútilmente", "en balde"; para "ciegamente", "a ciegas".
Insisto: ésta es nada más que una enumeración orientativa y de ninguna manera exahustiva. Ruego consultar un buen diccionario (como el María Moliner) o un buen manual de gramática castellana o de corrección de estilo para encontrar más locuciones adverbiales.
Otro detalle que nos interesa fundamentalmente a los traductores es el de la traducción de los adverbios terminados en -mente. Cuando abordamos la traducción de textos de ciencias sociales (filosofía, sociología, antropología, etc.), vemos con gran frecuencia que los autores anglosajones hacen uso y abuso de los adverbios terminados en -ly. Claro, a ellos no les cuesta nada porque en sus escritos esos adverbios no quedan como verdaderos mamotretos.
Estos adverbios a los que me refiero, los que se emplean en ciencias sociales, son los de punto de vista; por ejemplo, "historically", "traditionally". Lo que suelo hacer es traducirlos -sin abusar, claro está- como "desde el punto de vista histórico" o "desde una perspectiva histórica"; y digo que sin abusar porque, de lo contrario, si abusamos, caemos en el remanido recurso de "de manera / de modo (+ adjetivo)", y el texto queda más aburrido y pesado que chupar un clavo. En el caso de "traditionally", si el contexto lo permite, suelo acudir a la locución "por tradición".
Pero insisto: estas soluciones de traducción, que doy así, "en el aire", hay que ajustarlas al contexto, al texto que se está traduciendo. Por favor, no las tomen a ciegas.
Por eso, es necesario conocer un buen repertorio de locuciones adverbiales, que además tienen la virtud de aportar color y gracia a nuestros escritos. Y como ventaja adicional, muestran eso que simpre se promueve desde este humilde blog: que el traductor/redactor/escritor muestre que cuenta con muchos y buenos recursos.
Si necesitamos reemplazar "maravillosamente", podemos emplear "de maravillas"; para "nuevamente", la nunca bien ponderada locución "de nuevo"; para "descuidadamente", "sin cuidado"; para "finalmente", "al final" o "en definitiva" (según el caso y según el contexto); para "inútilmente", "en balde"; para "ciegamente", "a ciegas".
Insisto: ésta es nada más que una enumeración orientativa y de ninguna manera exahustiva. Ruego consultar un buen diccionario (como el María Moliner) o un buen manual de gramática castellana o de corrección de estilo para encontrar más locuciones adverbiales.
Otro detalle que nos interesa fundamentalmente a los traductores es el de la traducción de los adverbios terminados en -mente. Cuando abordamos la traducción de textos de ciencias sociales (filosofía, sociología, antropología, etc.), vemos con gran frecuencia que los autores anglosajones hacen uso y abuso de los adverbios terminados en -ly. Claro, a ellos no les cuesta nada porque en sus escritos esos adverbios no quedan como verdaderos mamotretos.
Estos adverbios a los que me refiero, los que se emplean en ciencias sociales, son los de punto de vista; por ejemplo, "historically", "traditionally". Lo que suelo hacer es traducirlos -sin abusar, claro está- como "desde el punto de vista histórico" o "desde una perspectiva histórica"; y digo que sin abusar porque, de lo contrario, si abusamos, caemos en el remanido recurso de "de manera / de modo (+ adjetivo)", y el texto queda más aburrido y pesado que chupar un clavo. En el caso de "traditionally", si el contexto lo permite, suelo acudir a la locución "por tradición".
Pero insisto: estas soluciones de traducción, que doy así, "en el aire", hay que ajustarlas al contexto, al texto que se está traduciendo. Por favor, no las tomen a ciegas.
Hablemos del adverbio - Parte VII
Dijimos que los adverbios no tienen variación ni de género ni de número, pero algunos (insisto: sólo algunos) sí son susceptibles de llevar sufijos tales como -ito o -ísimo para formar, respectivamente, el diminutivo y el superlativo.
Este procedimento no es aplicable a todos los adverbios; por ejemplo, no existe y nadie dice "lueguísimo" ni "aquísimo", pero sí tenemos los siguientes adverbios modificados en su grado:
poco - poquito - poquísimo
temprano - tempranito - tempranísimo
rápido - rapidito - rapidísimo
mal - malito - malísimo
Este procedimento no es aplicable a todos los adverbios; por ejemplo, no existe y nadie dice "lueguísimo" ni "aquísimo", pero sí tenemos los siguientes adverbios modificados en su grado:
poco - poquito - poquísimo
temprano - tempranito - tempranísimo
rápido - rapidito - rapidísimo
mal - malito - malísimo
Hablemos del adverbio - Parte VI
También se obtienen adverbios de modo combinando un adjetivo calificativo en su forma singular (y a veces femenina) con el sufijo -mente. Por ejemplo:
sinceramente - alegremente - plácidamente - tranquilamente - velozmente - fielmente - débilmente
Nótese que el adverbio resultante conserva el tilde que llevaba el adjetivo de base: plácida-mente, débil-mente, cortés-mente.
A diferencia del inglés, no es posible en castellano acumular dos adverbios terminados en -mente (en inglés sí se pueden acumular dos adverbios terminados en -ly). Sí se pueden coordinar dos adverbios terminados en -mente con conjunciones como "y", "pero" u "o", y lo habitual es que, por una cuestión de elegancia y estética, el primero de los adverbios pierda su terminación -mente:
- lisa y llanamente;
- teórica y prácticamente.
sinceramente - alegremente - plácidamente - tranquilamente - velozmente - fielmente - débilmente
Nótese que el adverbio resultante conserva el tilde que llevaba el adjetivo de base: plácida-mente, débil-mente, cortés-mente.
A diferencia del inglés, no es posible en castellano acumular dos adverbios terminados en -mente (en inglés sí se pueden acumular dos adverbios terminados en -ly). Sí se pueden coordinar dos adverbios terminados en -mente con conjunciones como "y", "pero" u "o", y lo habitual es que, por una cuestión de elegancia y estética, el primero de los adverbios pierda su terminación -mente:
- lisa y llanamente;
- teórica y prácticamente.
Hablemos del adverbio - Parte V
Y como Luisita hace todo al revés, recién en el artículo V viene la definición de adverbio:
"El adverbio es un tipo de palabra que agrega al verbo una dimensión temporal, espacial o modal, o bien le agrega algún otro tipo de circunstancia en que dicho verbo se desenvuelve (cantidad, compañía, frecuencia, punto de vista, etc.). Cabe aclarar que excepcionalmente hay adverbios de modo que modifican al núcleo del sujeto; véase la siguiente oración, que está perfectamente construida:
'Solamente el viejo tío Pepe estaba sentado en el tronco'.
Allí, "solamente" -adverbio de modo equivalente a 'sólo'- funciona excepcionalmente como modificador directo de 'el viejo tío Pepe'".
El adverbio es, además -y como ya se vio o adivinó en los otros artículos- una palabra invariable; es decir, no pueden atribuírseles categorías como el género y el número.
Sin embargo, sí admite modificaciones de grado.
Sintácticamente, funciona como:
- modificador del verbo: "La maestra vive cerca".
- modificador del adjetivo: "Clara es muy inteligente".
- modificador de otro adverbio: "Clara cantó más alto".
- adverbio extraclausular: "Generalmente viene los lunes".
- adverbio disyunto: "Felizmente, Clara se recuperó".
Ciertos adverbios pueden funcionar de la siguiente forma:
- como núcleo de una construcción preposicional: "Clara vive cerca de la escuela" ("cerca de la escuela" es el circunstancial de lugar; "cerca" es el núcleo, "de la escuela" es el modificador indirecto, y dentro de este modificador indirecto, "de" es el nexo subordinante, "la escuela" es el término, y dentro del término, "escuela" es el núcleo y "la" es el modificador directo).
- como complemento de una preposición: "El helicóptero se desplaza hacia arriba".
- como modificador de un sustantivo: "La explotación petrolera se realizaba mar adentro".
"El adverbio es un tipo de palabra que agrega al verbo una dimensión temporal, espacial o modal, o bien le agrega algún otro tipo de circunstancia en que dicho verbo se desenvuelve (cantidad, compañía, frecuencia, punto de vista, etc.). Cabe aclarar que excepcionalmente hay adverbios de modo que modifican al núcleo del sujeto; véase la siguiente oración, que está perfectamente construida:
'Solamente el viejo tío Pepe estaba sentado en el tronco'.
Allí, "solamente" -adverbio de modo equivalente a 'sólo'- funciona excepcionalmente como modificador directo de 'el viejo tío Pepe'".
El adverbio es, además -y como ya se vio o adivinó en los otros artículos- una palabra invariable; es decir, no pueden atribuírseles categorías como el género y el número.
Sin embargo, sí admite modificaciones de grado.
Sintácticamente, funciona como:
- modificador del verbo: "La maestra vive cerca".
- modificador del adjetivo: "Clara es muy inteligente".
- modificador de otro adverbio: "Clara cantó más alto".
- adverbio extraclausular: "Generalmente viene los lunes".
- adverbio disyunto: "Felizmente, Clara se recuperó".
Ciertos adverbios pueden funcionar de la siguiente forma:
- como núcleo de una construcción preposicional: "Clara vive cerca de la escuela" ("cerca de la escuela" es el circunstancial de lugar; "cerca" es el núcleo, "de la escuela" es el modificador indirecto, y dentro de este modificador indirecto, "de" es el nexo subordinante, "la escuela" es el término, y dentro del término, "escuela" es el núcleo y "la" es el modificador directo).
- como complemento de una preposición: "El helicóptero se desplaza hacia arriba".
- como modificador de un sustantivo: "La explotación petrolera se realizaba mar adentro".
Hablemos del adverbio - Parte IV
Vuelvo con los adverbios adjetivales: otros que pueden mencionarse con sus correspondientes verbos son los siguientes:
1) alto, bajo, quedo, claro, para verbos de dicción (decir, hablar, charlar, cantar);
2) fuerte, rápido, firme, para verbos como andar, pisar, golpear, apretar;
3) alto, bajo, para verbos de movimiento como volar, subir, lanzar;
4) hondo, profundo, para verbos como cavar, enterrar, calar y respirar.
1) alto, bajo, quedo, claro, para verbos de dicción (decir, hablar, charlar, cantar);
2) fuerte, rápido, firme, para verbos como andar, pisar, golpear, apretar;
3) alto, bajo, para verbos de movimiento como volar, subir, lanzar;
4) hondo, profundo, para verbos como cavar, enterrar, calar y respirar.
Hablemos del adverbio - Parte III
En cuanto al significado, los adverbios son muy variados; por este motivo, y en su calidad de componentes esenciales del complemento circunstancial, la clasificación de los circunstanciales no es cerrada, sino abierta (es decir, pueden crearse nuevos circunstanciales además de los ya conocidos).
Una lista orientativa (y de ninguna manera exhaustiva) de adverbios es la siguiente:
Adverbios de modo: bien, mal, así, claro.
Adverbios de lugar: adelante, atrás, aquí, allí, allá, acá, lejos, cerca.
Adverbios de tiempo: hoy, mañana, ayer, ahora, ya, todavía, temprano, después.
Adverbios de negación: no, nunca, tampoco.
Adverbios de afirmación: sí, también, ciertamente, ¡claro!
Adverbios de cantidad: más, menos, muy, poco, tan.
Adverbios de orden: primero, últimamente (en el sentido de "al final"), después.
Una lista orientativa (y de ninguna manera exhaustiva) de adverbios es la siguiente:
Adverbios de modo: bien, mal, así, claro.
Adverbios de lugar: adelante, atrás, aquí, allí, allá, acá, lejos, cerca.
Adverbios de tiempo: hoy, mañana, ayer, ahora, ya, todavía, temprano, después.
Adverbios de negación: no, nunca, tampoco.
Adverbios de afirmación: sí, también, ciertamente, ¡claro!
Adverbios de cantidad: más, menos, muy, poco, tan.
Adverbios de orden: primero, últimamente (en el sentido de "al final"), después.
Hablemos del adverbio - Parte II
¿Qué sucede con los adverbios adjetivales? Se trata de adverbios con forma de adjetivos, pese a lo cual se mantienen invariables en género y número; por ejemplo, si decimos:
"El gerente habló claro".
Veamos qué sucede si cambia el número del sujeto:
"El gerente y el encargado hablaron claro".
"Claro" queda invariable. Entonces, es un adjetivo que tiene un segundo trabajo (con uno solo, hoy en día, ya no se puede vivir): el trabajo de adverbio.
Veamos si sucede lo mismo con otros adverbios adjetivales:
"El ciclista salió rápido por la avenida". / "Los ciclistas salieron rápido por la avenida".
Le cambio el género, para ver qué pasa:
"Las ciclistas salieron rápido por la avenida".
Tanto "claro" como "rápido" quedan invariables también ante el cambio de género. Volvamos a la oración del gerente y veamos qué pasa:
"La gerenta y la encargada hablaron claro".
Vemos que "claro" sigue invariable como rulo de estatua.
También "profundo" funciona como adverbio adjetival.
"El gerente habló claro".
Veamos qué sucede si cambia el número del sujeto:
"El gerente y el encargado hablaron claro".
"Claro" queda invariable. Entonces, es un adjetivo que tiene un segundo trabajo (con uno solo, hoy en día, ya no se puede vivir): el trabajo de adverbio.
Veamos si sucede lo mismo con otros adverbios adjetivales:
"El ciclista salió rápido por la avenida". / "Los ciclistas salieron rápido por la avenida".
Le cambio el género, para ver qué pasa:
"Las ciclistas salieron rápido por la avenida".
Tanto "claro" como "rápido" quedan invariables también ante el cambio de género. Volvamos a la oración del gerente y veamos qué pasa:
"La gerenta y la encargada hablaron claro".
Vemos que "claro" sigue invariable como rulo de estatua.
También "profundo" funciona como adverbio adjetival.
Hablemos del adverbio - Parte I
Oigo en el programa "Cazadores de tesoros" (por el History Channel; título original del programa: "American Pickers") que uno de los personajes, Danielle, dice lo siguiente:
"Esto hará que sus vidas sean mejor".
Ese "mejor" me sonó mal, pero a veces algo me suena mal, pero gramaticalmente está bien.
Busco "mejor" en el María Moliner. Lo primero que dice María Moliner sobre "mejor" es lo siguiente:
(adj) Grado comparativo de bueno; más bueno o menos malo.
Una de las funciones en las que puede actuar "mejor" es la del adjetivo.
Otra función que puede desempeñar es la de adverbio. Tiene aquí el mismo significado que su otro yo -es decir, como adjetivo-: "más bien o menos mal", así que para saber si "mejor" puede pluralizarse o no, es necesario echar mano del análisis sintáctico.
Para analizar correcta y eficientemente toda oración, primero hay que detectar cuáles son sus verbos conjugados. En este caso, hay dos, "hará" y "sean". "Hará" es el núcleo de la oración, mientras que "sean" es el núcleo verbal de la proposición "que sus vidas sean mejor".
Se trata de una proposición incluida sustantiva, puesto que, en el marco de la oración, cumple la función de objeto directo (*).
Dentro de esa proposición incluida sustantiva, el verbo conjugado es "sean". "Sean" es conjugación del verbo "ser", que es copulativo en función copulativa. Al ser un verbo copulativo en función copulativa, lleva predicativo subjetivo obligatorio. Quien cumple la función de predicativo subjetivo obligatorio (alias P.S.O.) es o bien el sustantivo, o bien el adjetivo. En este caso, "mejor" es, entonces, un adjetivo y no un adverbio (puesto que un adverbio no puede desempeñar la función de P.S.O.), y es susceptible de ser pluralizado, ya que tiene que concordar con "vidas" y con "sean".
Entonces, la oración original debió haber dicho:
"Esto hará que sus vidas sean mejores".
(*) ¿Cómo me doy cuenta de que esa proposición funciona como objeto directo? Tenemos dos maneras de comprobarlo.
1) Podemos decir "Esto lo hará"; es decir, la oración funciona igual con el reemplazo pronominal (con el pronombre "lo").
2) Podemos pasar esta proposición a voz pasiva. Partamos de la base de que puedo reemplazar la proposición por un sustantivo, "la mejora", "Esto hará (causará) la mejora" (el verbo "hacer" está utilizado causativamente; está denotando que algo o alguien hacen que otro realice la acción deseada). Entonces, la voz pasiva será: "La mejora será hecha/causada por esto".
"Esto hará que sus vidas sean mejor".
Ese "mejor" me sonó mal, pero a veces algo me suena mal, pero gramaticalmente está bien.
Busco "mejor" en el María Moliner. Lo primero que dice María Moliner sobre "mejor" es lo siguiente:
(adj) Grado comparativo de bueno; más bueno o menos malo.
Una de las funciones en las que puede actuar "mejor" es la del adjetivo.
Otra función que puede desempeñar es la de adverbio. Tiene aquí el mismo significado que su otro yo -es decir, como adjetivo-: "más bien o menos mal", así que para saber si "mejor" puede pluralizarse o no, es necesario echar mano del análisis sintáctico.
Para analizar correcta y eficientemente toda oración, primero hay que detectar cuáles son sus verbos conjugados. En este caso, hay dos, "hará" y "sean". "Hará" es el núcleo de la oración, mientras que "sean" es el núcleo verbal de la proposición "que sus vidas sean mejor".
Se trata de una proposición incluida sustantiva, puesto que, en el marco de la oración, cumple la función de objeto directo (*).
Dentro de esa proposición incluida sustantiva, el verbo conjugado es "sean". "Sean" es conjugación del verbo "ser", que es copulativo en función copulativa. Al ser un verbo copulativo en función copulativa, lleva predicativo subjetivo obligatorio. Quien cumple la función de predicativo subjetivo obligatorio (alias P.S.O.) es o bien el sustantivo, o bien el adjetivo. En este caso, "mejor" es, entonces, un adjetivo y no un adverbio (puesto que un adverbio no puede desempeñar la función de P.S.O.), y es susceptible de ser pluralizado, ya que tiene que concordar con "vidas" y con "sean".
Entonces, la oración original debió haber dicho:
"Esto hará que sus vidas sean mejores".
(*) ¿Cómo me doy cuenta de que esa proposición funciona como objeto directo? Tenemos dos maneras de comprobarlo.
1) Podemos decir "Esto lo hará"; es decir, la oración funciona igual con el reemplazo pronominal (con el pronombre "lo").
2) Podemos pasar esta proposición a voz pasiva. Partamos de la base de que puedo reemplazar la proposición por un sustantivo, "la mejora", "Esto hará (causará) la mejora" (el verbo "hacer" está utilizado causativamente; está denotando que algo o alguien hacen que otro realice la acción deseada). Entonces, la voz pasiva será: "La mejora será hecha/causada por esto".
Título en trámite
En este blog hay un artículo sobre cómo traducir la palabra "trámite", pero el otro día un lector me preguntó por correo electrónico cómo traducir al inglés la locución "título en trámite". Hago extensiva la respuesta a todos los lectores; ya dije en el artículo mencionado que no es sencillo traducir al inglés la palabra "trámite".
Antes de proseguir, vale aquí una aclaración: para traducir al inglés, el método que yo utilizo y que me enseñó mi muy querido profesor Ricardo Chiesa es el de encontrar textos similares en inglés, textos que uno pueda "imitar" para lograr traducir al inglés y que esa traducción suene natural.
Para este caso específico, "título en trámite", lo primero que me vino a la cabeza es la imagen de los secadores de manos que hay en los baños de los McDonald's porteños: en la chapita que tiene el nombre del fabricante dice, además, "patent pending". Es decir, "patente en trámite". Bueno, en este caso, imitando lo de "patent pending" logramos una -a mi juicio- muy aceptable solución de traducción para (casi) cualquier otra cosa que esté en trámite. En este caso, "pending diploma", y coloco "pending" antepuesto a "diploma" (a diferencia del orden que se observa en "patent pending") porque en el Oxford Advanced Learner's Dictionary, si bien se aclara entre corchetes "not before noun", hay dos ejemplos en que "pending" está colocado antes del sustantivo: "his pending departure", "a pending file/tray (=where you put letters, etc. you are going to deal with soon)".
Antes de proseguir, vale aquí una aclaración: para traducir al inglés, el método que yo utilizo y que me enseñó mi muy querido profesor Ricardo Chiesa es el de encontrar textos similares en inglés, textos que uno pueda "imitar" para lograr traducir al inglés y que esa traducción suene natural.
Para este caso específico, "título en trámite", lo primero que me vino a la cabeza es la imagen de los secadores de manos que hay en los baños de los McDonald's porteños: en la chapita que tiene el nombre del fabricante dice, además, "patent pending". Es decir, "patente en trámite". Bueno, en este caso, imitando lo de "patent pending" logramos una -a mi juicio- muy aceptable solución de traducción para (casi) cualquier otra cosa que esté en trámite. En este caso, "pending diploma", y coloco "pending" antepuesto a "diploma" (a diferencia del orden que se observa en "patent pending") porque en el Oxford Advanced Learner's Dictionary, si bien se aclara entre corchetes "not before noun", hay dos ejemplos en que "pending" está colocado antes del sustantivo: "his pending departure", "a pending file/tray (=where you put letters, etc. you are going to deal with soon)".
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