Y a propósito de la sintaxis, tema abordado en otros artículos de este blog: días pasados, oigo por televisión lo siguiente:
"El analgésico para dolores de garganta de larga duración".
Frasecita ésta correspondiente a un comercial de cierto medicamento para la garganta, en realidad debería decir "El analgésico de larga duración para dolores de garganta". De lo contrario, parece que lo que fuera de larga duración es el dolor de garganta y no la acción analgésica de la pastillita de marras; y es de esto último de lo que se ocupa el susodicho analgésico.
Como dije en algún artículo anterior: uno, a veces, está tan "metido" en la idea del texto, en la imagen psicológica (como diría Ferdinand de Saussure), que falla al volcar esa idea en palabras.
A mí también se me pasan errores como éstos, fundamentalmente en un texto sobre el que estoy trabajando y que es sumamente complejo, no sólo en su estructura gramatical, sino en el contenido conceptual. Y me resulta muy útil "despegarme" del texto durante varios días para verlo con una nueva dosis de autocrítica tiempo después.
Y el resto, como siempre digo: práctica, estudio, lectura de libros, aplicación del sentido común. Todo eso nos lleva a ser mejores traductores y mejores correctores.
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