martes, 15 de mayo de 2012

Hablemos sobre el adjetivo

Creo haberlo dicho en algún otro artículo, pero lo repito: los adjetivos pueden clasificarse en dos grandes categorías: los adjetivos calificativos y los adjetivos relacionales. Los primeros indican una cualidad del sustantivo, mientras que los otros indican una relación del sustantivo con un determinado campo.

Días pasados, mientras veía televisión, me tomé el trabajo de ver cómo se utilizan los adjetivos en cuanto a su posición sintáctica. Pasemos a los ejemplos:

1) en el programa "Cuponmanía", que en Buenos Aires se emite por el Discovery Home & Health, se oía lo siguiente:

"una fanática de los cupones principiante"

Es cierto: en inglés es mucho más fácil acumular adjetivos antes del sustantivo porque los adjetivos suelen ser más breves (aunque no siempre), porque ya es una costumbre del inglés acumular adjetivos antes del sustantivo y porque en inglés tienen reglas de orden muy específicas para acumularlos. En castellano, yo no he visto libros donde realmente se enseñe a colocar con corrección y con elegancia varios adjetivos acumulados, pero podemos intentar aquí ver qué se puede hacer cuando pasamos del inglés al castellano.

En el caso planteado, "principiante" tiene que estar al lado de "fanática"; eso es claro; la lógica indica que "principiante" está modificando a "fanática" y no a "cupones". Me dirán: "Luisa, se nota que 'principiante' no modifica a 'cupones' porque 'principiante' está en singular y 'cupones' está en plural". Bueno, respondo yo: con más razón todavía el orden es "una fanática principiante de los cupones" y no de otra manera. Es más: se puede sustantivar "principiante" y adjetivar "fanática", con lo cual te queda una solución que invierte las funciones, pero no invierte el significado: "una principiante fanática de los cupones". Esta solución también se puede leer de la siguiente manera: utilicé el adjetivo "principiante" antepuesto a "fanática" porque con esa anteposición logro un énfasis emocional que, si alguien vio el programa, no está nada fuera de lugar.

Otro caso detectado en el mismo programa es uno muy parecido, "usuaria de cupones novata". Esta versión no percude tanto los oídos finos como el mío, pero de todas formas creo que la cosa mejora y mucho cuando decimos "usuaria novata de cupones".

2) otra cuestión es la del famoso predicativo objetivo; tengo en este blog todo un artículo al respecto (muy consultado, dicho sea de paso) sobre ese tema, pero sería buena idea acumular oraciones para que, a fuerza de repetirlas y aprenderlas de memoria, aprendamos e incorporemos de una buena vez la posición del adjetivo en estos casos. El aviso de detergente dice:

"deja tu vajilla impecable"

cuando, en realidad, debería decirse "deja impecable tu vajilla". Sucede que, en este caso por lo menos, si cambiamos el adjetivo de lugar, resulta que hasta cambia el significado del verbo; parece que dijera "abandona tu vajilla impecable", porque "deja" pasa a tomar el significado de "abandonar" y ya no tiene el significado de "tornar" que tiene con la forma correcta, "deja impecable tu vajilla".

Otro caso es el del título de otro programa del Discovery Home & Healt, "Embarazo secreto". Claro: quisieron insertar el título dentro del texto de la locución, y no les quedó más remedio -porque de lo contrario se desvirtuaba el título mismo- que decir:

"No logran mantener su embarazo secreto"

cuando, en realidad, debería decirse "no logran mantener secreto su embarazo" (o "en secreto", que en la Argentina suena mucho más natural). Aquí pasa lo mismo que en el caso anterior: el verbo "mantener" cambia su significado; en lugar de "conservar", el verbo "mantener" parece referirse a "sostener económicamente a alguien".

Lo mismo sucede con:

"Es un factor que ayuda a mantener la familia unida".

No. Lo que corresponde es decir "... ayuda a mantener unida a la familia". Hay que agregar la preposición "a" antes del objeto directo porque es un colectivo de personas, y los objetos directos de personas siempre, siempre, siempre están encabezados por preposición "a".

3) el tercer caso está tomado de un programa de Utilísima. Choly Berreteaga dice:

"ya está nuestro mil hojas de carne listo".

En este caso, el adjetivo "listo" debería estar pegado al verbo copulativo, pero no por una cuestión sintáctico-gramatical (como en el caso 2), sino por una cuestión de elegancia de la frase y, por ende, de mejor transmisión del mensaje. Es mucho más claro decir:

"ya está listo nuestro mil hojas de carne";

en este caso, "nuestro mil hojas de carne" es el sujeto de la oración; "está" es el verbo principal de la oración, pero como es copulativo en función copulativa (los verbos copulativos "ser" y "estar" pueden utilizarse en función no copulativa, aclaro), necesita sí o sí de un predicativo subjetivo obligatorio, función que en este caso cumple el adjetivo "listo"; y para finalizar, "ya" es un circunstancial de tiempo. 

En los casos 2) y 3), siempre da la impresión de que hubiera una necesidad imperiosa de expresar el objeto directo (en el caso 2) y el sujeto (en el caso 3) antes que el adjetivo. No sé, da la impresión de que "la sustancia" de la oración se nos va a escapar si después del verbo no ponemos esas "anclas" sustantivas que son el O.D. y el sujeto. Da como para pensarlo.


Una servidora con su gatito Godzilla