viernes, 30 de septiembre de 2011

El quesuismo

Desde hace un tiempito hay una nueva tendencia en esto que muchos llaman "la evolución de la lengua": en lugar de utilizar el adjetivo relativo "cuyo" para armar las benditas proposiciones subordinadas, hay quienes emplean la forma "que su". Por ejemplo, en lugar de decir:

Ésa es mi vecina, cuyo perro ladra todas las noches.

dicen:

Ésa es mi vecina, que su perro ladra todas las noches.

Entiendo que para ciertas cabezas poco entrenadas en el uso de la lengua debe ser difícil utilizar la palabra "cuyo", pero lo que me divierte es el argumento de "total, la lengua evoluciona". Ajá. ¿Evoluciona o a vos no te gusta mucho que digamos abrir los libros? Porque son dos cosas bien distintas, aunque el resultado sea el mismo. Cuando las lenguas romances evolucionaron y se separaron del latín, no había diccionarios, no había gramáticas, no había textos con los cuales guiarse. Pero si ahora tenés no solamente libros, sino también Internet -al alcance de la mano, la misma Internet con la que paveás con tus amigos toda la bendita tarde- para cultivarte un poco, ¿te parece que lo de la "evolución de la lengua" sigue siendo un argumento válido?

Me dirán que "total, 'que su' se entiende igual". Ajá. Sí, claro. Si me faltan los dos dientes de adelante, puedo comer igual, con los dientes de atrás, pero no es lo mismo.