viernes, 2 de diciembre de 2011

Verbos que me hacen dudar

El otro día tuve la oportunidad de utilizar el verbo "suponer" y el verbo "comportar" en sentidos que no son -creo yo- los más habituales para el público al que estaba dirigido lo que yo escribía. ¿Qué significan estos verbos?

El verbo "suponer" significa, por un lado, "inferir; dar como cierto o posible algo que no está probado como tal". Por otro lado, "suponer" significa "implicar, traer aparejado". Un ejemplo de la primera definición sería: "Como el año pasado fuimos a la costa de vacaciones, supongo que lo mismo pasará este verano". Un ejemplo de la segunda definición sería: "Iniciar una carrera universitaria supone muchos gastos, tiempo dedicado al estudio y quitarle tiempo al trabajo y a la familia".

El verbo "comportar" significa, por un lado "conducirse de cierta manera; observar determinada conducta". Se lo utiliza en forma reflexiva, "comportarse", y un ejemplo sería: "El chico se comporta mal en la escuela". Su otro significado es parecido a uno de los significados de "suponer": "comportar" también significa "conllevar, implicar". Un ejemplo de uso sería: "Iniciar una carrera universitaria comporta muchos gastos, tiempo dedicado...". Copio el ejemplo para mostrar y demostrar que ambos verbos pueden utilizarse en forma intercambiable.

Dije al principio que tuve la oportunidad de utilizarlos, pero no lo hice, y no lo hice por el motivo también expresado al principio: el texto iba dirigido a un público y dentro de un contexto que podía llegar a provocar confusiones. Opté por otros verbos, claro, pero esto que me sucedió -cuestión de segundos- me llevó a reflexionar sobre la cantidad de elementos que componen un texto que sea funcional, útil para el receptor, que le solucione problemas en lugar de creárselos. No estoy hablando aquí ni de buen o mal texto desde el punto de vista de lo correcta o incorrectamente que estuviera escrito, sino de útil y funcional, algo que es preciso tener bien presente como buenos traductores y/o correctores.