Desde hace tiempo me ronda una palabrita, un verbo, "reinventarse". Palabrita rara y sospechosa. La usa el periodismo, en general, y, claro, luego se nos pega a los demás. Suena a plástico, a cosa artificiosa, y puede ser que con este sentido esté bien aplicada, sobre todo a cierta gente que necesite mostrar un afuera nuevo para seguir vendiendo pompas de jabón.
Sin embargo, veo que en ocasiones se la utiliza cuando una persona evoluciona, mejora, cambia gracias al esfuerzo. A la persona que descubre una nueva vocación, o que comienza a desarrollar una faceta que tenía poco explorada también se le suele decir que "se reinventó".
Me parece injusto. Me parece tonto. Me parece que la noble acción de enriquecerse espiritualmente visitando y desarrollando esas partes olvidadas de la propia personalidad no merecen un verbo tan superficial.