A veces oigo decir lo siguiente en los programas de cocina que frecuento en el cable:
"Y ahora, agregamos los huevos a la batidora".
La batidora de marras está vacía, o sea que, en realidad, colocan los huevos en la batidora y no se los agregan a nada.
La idea del verbo "agregar" es sumar, en este caso específico, un ingrediente a otro. Es imposible sumarle huevos al bol de la batidora. Sí es posible situarlos, colocarlos, ponerlos, depositarlos en la batidora.
Aquí parece haber lo que se me antoja un desplazamiento de significado: en lugar de reservar el verbo "agregar" para el momento en que a los susodichos huevos se le agregue, no sé, harina o azúcar, se lo utiliza con la falsa idea de que al bol de la batidora se le suma, se le adiciona algo.
Algo parecido sucede con los programas de manualidades y bricolage: rara vez la aciertan cuando tienen que hablar del ancho, del largo y de la profundidad de, por ejemplo, un estante. La pifian siempre. Y no hablemos de la palabra "comba". Ninguno de esos artesanos/cultores de las manualidades conoce la palabra "comba", y describen pobremente lo que es una comba con alguna frase de ocasión, como "esta parte redondeada de acá".
Triste y doloroso. Muchachos, lean un poco más.