A raíz del artículo de anteayer sobre el detalle y la
generalidad en la traducción, me escribió Peonia Kempenich, de uno de los foros
de LinkedIn, con la siguiente inquietud, que me parece muy interesante:
ABRO CITA
Quisiera preguntarte si ¿alguna vez has caído en la
tentación de dejar algún término en tu habla materna? Al margen de lo que te
pidan las productoras, has sentido ese deseo de imprimir color a tus
traducciones y, técnica aparte, has optado por usar tus propias palabras (no
neutralizarlas). En ocasiones, debo confesar, lo he hecho. No me refiero a una
decisión arbitraria sino razonada, bien pensada, porque a veces la neutralidad
del español no me permite expresar lo que mi habla puede en su lugar, ¿me
explico? Y me refiero a la traducción de literatura, películas, no cuestiones
técnicas.
CIERRO CITA
Les hago extensiva a mis lectores mi respuesta:
ABRO CITA
No, no caigo en la tentación de dejar algún término que no
esté en castellano neutro porque 1) trabajamos con un glosario que hay que
respetar y 2) luego de mi trabajo viene el de la correctora de estilo, que se
ocupa de neutralizar. Eso, en cuanto a las productoras de programas de cable.
Pero en este momento estoy traduciendo un libro del inglés al castellano, de un
historiador argentino que vive y trabaja en Estados Unidos, y ahí sí, algunos
términos los neutralizo (no uso la palabra "diario", que es la palabra
que usamos en la Argentina para periódico, sino que uso la palabra
"periódico", ni uso "aviso", sino que utilizo
"anuncio"), y otros no porque tienen que ver con el tema mismo del
libro, que es el gobierno de Juan Manuel de Rosas. Cuando se mencionan
artículos autóctonos (mate, asado, cintillo, espuelas, estancia, chacra) o
cuando se mencionan ocupaciones u oficios (ama de leche, por ejemplo), allí
estoy obligada a mencionar el nombre argentino. Si me da la impresión de que el
lector latinoamericano o español no va a entenderlos, les pongo una glosa, una
breve explicación entre paréntesis, sin nota de traductor. Por ejemplo,
"... los paisanos se reunían en la pulpería (tienda donde se vendían
artículos varios y se servían bebidas alcohólicas)".
CIERRO CITA
Aclaro algo que me olvidé de decirle a Peonia: la idea de neutralizar algunas palabras en la traducción del libro surge de la necesidad que tiene la editorial de poder comercializar el libro en toda América Latina, España y cuanta jurisdicción hispanoparlante raye. Por lo tanto, lo que no ataña estrictamente al tema del libro y convenga neutralizar, pues allí vamos. Se usa el neutro.
A propósito, el libro que estoy traduciendo es súper
interesante. Cruzo los dedos para pronto poder verlo publicado y así poder hablar de él. Por
ahora, secreto entre el cliente y una servidora, como corresponde.