El siguiente es otro
mensaje recibido en mi casilla de Facebook. Es de Aldana Michelino, lectora y
seguidora de este blog. Como verán, el contenido de este mensaje es un ejemplo
de trato civilizado entre traductores:
ABRO CITA
Hola, Luisa:
Estuve leyendo con
atención tu última entrada (¿Qué hacemos los traductores?) y no puedo si no
decirte que tenés toda la razón. Siempre nos encontramos frente al
desconocimiento de la gente al punto de sorprendernos si en realidad alguien
conoce qué hacemos.
De todas maneras,
quisiera agregar algo. No solamente los traductores públicos pueden garantizar
la legalidad y validez de un documento traducido. Yo soy traductora literaria,
técnica y científica y aquí, te escribo desde Santa Fe Capital, no tenemos
traductorado público de ningún idioma. Solamente el técnico y científico.
Amparados por la Ley Provincial N.° 10.757, todas las traducciones que se hagan
dentro de la provincia deben (o deberían) ser hechas por nosotros, los
traductores literarios, técnicos y científicos ya que no hay otra oferta
académica en la zona.
Tenía la irrefrenable
necesidad de aclararte esto porque nuestro ejercicio de la profesión también
está amparado por la ley y tiene validez a nivel nacional (más allá de que la
ley sea provincial), así como cualquier documento firmado por un traductor
público. No accedemos al traductorado público simplemente porque en nuestras
universidades no existe. Ni siquiera el traductorado científico. Solamente se
dicta en institutos.
Un abrazo grande de
una colega santafesina.
Aldana Michelino
P./D.: Yo también amo
los gatos y el italiano.
CIERRO CITA
Ésta es una de las
maneras en que se comparte el conocimiento entre traductores: sin prepotencia,
con calma, con educación, con las ganas de comprender que el otro no tiene por
qué saberlo todo y con la convicción de que todos podemos enseñarle algo útil a
otro sin por ello menoscabarlo ni tratarlo expresa ni tácitamente de bruto. Así que muchas gracias, Aldana Michelino, por tomar mi ignorancia con naturalidad y corregirme sin ínfulas de superioridad. Gracias.
Pero yendo al fondo
de la cuestión, es interesante aprender cuál es la situación de los traductores
en Santa Fe. Lo sabemos de memoria: la nuestra es una profesión con muchísimos
miembros, pero que pasamos inadvertidos para el resto de la sociedad. Y por mi
parte, me gustaría investigar qué sucede en cada jurisdicción –no solamente
argentina, sino también en el plano mundial– qué tratamiento se le da a nuestro
quehacer, pero por el momento voy a permitir y a invitar a mis colegas de otras
partes del mundo a que me ilustren (e ilustren a los demás lectores) sobre esta
cuestión, así que todos los mensajes en los que se hable sobre los traductores
y su situación profesional y jurídica en diversas jurisdicciones será bien
recibido por este blog y debidamente publicado.