El de los falsos cognados es un tema que vengo tratando
desde hace tiempo, no solamente en este blog, sino también a través de dos
diccionarios que tengo publicados como libros electrónicos en Internet (en mi
sitio personal, www.avlt.com.ar y en varios
sitios de libros gratuitos).
El problema más importante que noto en cuanto al uso de
falsos cognados es el siguiente: el traductor que cae en la trampa que plantea
el falso cognado se deja cegar por el parecido entre la palabra inglesa y la
castellana porque no abre el diccionario. Así de sencillo. En lugar de
verificar si realmente ambas palabras significan lo mismo, no: mete acelerador
a fondo y pone lo que, en mayor o menor medida, son barbaridades.
Dos ejemplos tomado (cuándo no) de la televisión. Serie
interesantísima del canal Film&Arts, policial. Un personaje le dice a otro
que si ejecuta por su cuenta al delincuente, no será un policía, sino un "vigilante"
(pronúnciese esta palabra en inglés). Y el traductor lo tradujo, así nomás,
como "vigilante" (pronúnciese esta palabra en castellano).
En inglés, un "vigilante" es lo que en
castellano conocemos como un "justiciero por mano propia", mientras
que, en la Argentina, "vigilante" es una denominación bastante
anticuada para el policía. Es decir, como casi siempre, usamos mal un falso
cognado y estamos diciendo lo contrario de lo que debería decirse.
Otro ejemplo es el siguiente: programa de concurso de
aspirantes a cocineros. Uno de los jueces le dice a uno de los participantes:
"Your mashed potatoes are bland". ¿Qué traduce el traductor o la
traductora? "Tu puré está blando". No, señores. Vean qué significa
"bland" en mi Diccionario Crítico Lassaque de Falsos Cognados. La palabra
"bland" no tiene nada que ver con lo espeso o blando de un cuerpo.
Pero no conforme con eso, el juez sigue con su diatriba contra el participante
y le dice por lo menos tres veces que otra participante "condimentó mucho
mejor su plato". Claro, porque "bland" significa "soso, sin
gusto, sin sabor, sin sazón".
Podrá parecer una tontería, pero creo cada vez con más
firmeza que para ser un buen traductor no solamente hay que abrir diccionarios,
sino que hay que razonar. En este caso, habría que preguntarse cuál es la relación
entre la palabra "bland" y la alusión que de inmediato hace el juez a
la sazón de otro plato. Salvo que el juez del programa de concursos esté
borracho o loco, la coherencia es lo que predomina en su discurso.
Pero además de diccionarios y razonamiento, hay que tener
un poco de intuición. Si traduje "el puré está blando" y de lo que se
está hablando es del condimento, claramente algo falla con el par de voces
"bland/blando". Y allí volvemos al comienzo: hay que abrir el
diccionario y volver a leer definiciones, porque si dejo la palabra
"blando", tan campante, algo, como traductor, estoy haciendo mal.