Me permito reproducir a continuación una interesantísima nota realizada a la traductora española de los Simpson. El enlace original de donde fue tomada esta nota es http://www.yorokobu.es/traduciendo-los-simpson-o-la-inventora-de-del-fresisuis/.
Me parece muy importante difundir la tarea anónima y silenciosa (*) de los traductores, y me parece importantísimo que figuremos un poco más.
(*) Ay, sí, ya sé; es un lugar común decir esto de "tarea anónima y silenciosa", pero es verdad. Al que no le caiga simpático, que no lo lea.
La traductora de los Simpson
Probablemente eres una de las millones de personas que cada día ve,
al menos, un capítulo de Los Simpson. Te compadezco si formas parte de
la gran masa que arrastra los pies, de bajón, precisamente porque no
puede hacerlo. Si estás en uno de estos dos grupos, María José Aguirre
de Cárcer es una persona muy importante en tu vida, aunque seguramente
te acabas de enterar.
Desde su estreno en España en 1991,
María José ha sido la encargada de traducir todos los guiones de Los
Simpson, incluida la película y los videojuegos. Así que si te sueles
despedir de los sitios con un “Adiós, pringaos” igual que Homer, María
José es la culpable, porque cuando Homer habla en inglés… No dice eso.
Pero aunque es una serie muy exigente para un traductor como ahora
veremos, María José no solo se ha dedicado a traducir las ocurrencias de
los habitantes de Springfield, sino que también ha sido la responsable
de la adaptación al román paladino de, entre muchísimas otras, Seinfeld,
Lost, Expediente X, Futurama, Sensación de vivir, Melrose Place, Primos
Lejanos, Entre Fantasmas, documentales como los de Lonely Planet e
innumerables películas.
“La traducción de una serie, a diferencia de un largometraje, debe
plantearse como un viaje de largo recorrido”. Para realizar este
trabajo, María José ha ido creando un archivo exhaustivo sobre la serie
en el que cuenta con glosarios, guiones originales, traducciones,
guiones adaptados y definitivos, documentación e información diversa de
todo tipo. Un auténtico paraíso para cualquier fanático de la serie
estrella de Matt Groening.
La traducción audiovisual no es un negocio sencillo por muchas
razones. “Los traductores somos los primeros que trabajamos con un
material que más tarde pasará por diversas manos: departamento de
producción, ajustador, director y actores, y debemos facilitar la labor a
quienes nos siguen. Hay que procurar mantener el mismo ritmo y la misma
longitud de frases que el guión original para que encaje con la imagen,
lo que no es siempre fácil ya que en castellano necesitamos más
palabras que en inglés para decir lo mismo”.
“También es muy importante no perder matices ni referencias. En este
capítulo entrarían también los gestos y expresiones. Hay que encontrar
la forma de adaptarlos a nuestro idioma”. Decisiones que una vez tomadas
al principio de la serie han sido tanto parte de su éxito como algo
fundamental que ha dado forma a su personalidad única. “Por ejemplo, el
‘Wow!’ de Homer pasó a ser ‘¡Mosquis!’, pero es ‘¡mola!’ o ‘¡toma!’ si
quien habla es Bart o ‘¡guay!’ si es Lisa. ‘Woohoo!’ se convirtió en
‘¡Yuju!’ y ‘D´oh!’ en ‘¡Jo!’”.
La coherencia es algo fundamental en Los Simpson, serie que contiene
miles de autorreferencias que incluso son comentadas en muchos casos por
los propios personajes. María José también tiene cuidado con eso: “Con
la directora de la serie, Ana María Simón, comparto todos mis
conocimientos. Si una frase ha aparecido antes, le hago saber en qué
episodio se dijo, en qué contexto y cómo se tradujo. También introduzco
notas sobre el tono o la intención, que son muy útiles para los actores
que tienen que interpretar el texto”.
Otro tema fundamental son las referencias culturales. Todos
recordamos algunas series de hace años en las que quizá en un intento
para acercarlas al espectador se sustituían las referencias originales
de la serie por referencias españolas, dando como resultado, por
ejemplo, que un chaval negro de Filadelfia imitase a Chiquito de la
Calzada.
“Yo estoy totalmente en contra de esto, además esas sustituciones
suelen envejecer muy mal, mi enfoque ha sido siempre el de adaptarlas,
acercando el texto al espectador pero manteniéndome fiel al original.
Para hacer esto, me pregunto qué función cumple cada referencia para
que, aun cambiándola, se alcance el mismo objetivo. Si una frase, por
ejemplo, contiene el nombre de una persona de la vida pública
estadounidense desconocida en España, lo cambio por otra conocida por un
sector más amplio. Por ejemplo, en el episodio 370, Ned Flanders,
hablando de los inocentones Rod y Tod, dice:
‘Our last babysitter let them watch Comedy Central! Now Rod makes me check the closet every night for Rita Rudner’
Traducción:
‘La última canguro les dejaba ver la MTV y ahora Rod me obliga a
mirar todas las noches debajo de la cama por si está Michael Jackson’
Siempre explico el cambio que he hecho y por qué, y en ocasiones
ofrezco más de una alternativa. La directora es siempre la que tiene la
última palabra”.
Otra característica muy marcada de la serie es que cada uno de los
personajes tiene una forma absolutamente particular de expresarse,
cualquier personaje secundario tiene sus muletillas y es fundamental
respetarlas. “Me divierte especialmente traducir los diálogos del Señor
Burns, buscar frases hechas y exabruptos anacrónicos que se adapten a su
forma de ser y que dejen patente que pertenece a otra época.
Por
ejemplo:
‘¡Es una auténtica sinvergonzonería que las mozas de buen ver se
libren con sus coqueteos de las multas por exceso de velocidad!’
También es siempre un reto alcanzar un nuevo nivel de cursilería cada vez que habla Ned Flanders:
‘He preparado galletitas de arroz para nuestros desprogramadorcillos’”.
Lo que nos hemos podido reír. Pero todo tiene que acabar. Los rumores
sobre el fin de Los Simpson han sido una constante en los últimos
tiempos, sobre todo después de los problemas de renegociación de
contratos de los actores americanos que ponen la voz a los personajes.
Finalmente lo han confirmado, se ha llegado a un acuerdo y la
temporada 25 será la última de Los Simpson (a la gente que no lo sabía,
lo siento, odio ser quien te de la noticia). “Sí, efectivamente, la
serie acaba con la temporada 25, me va a dar mucha pena porque mi labor
como traductora se ha desarrollado de su mano y les debo mucho a ‘Los
Simpson’. También es cierto que veinticinco años son muchos y, antes de
que se vea afectada su calidad, es mejor que termine. Entonces, estoy
segura de que Matt Groening nos sorprenderá con algo nuevo y original.
Pero en fin, siempre nos quedará Futurama”.
“Me siento afortunada de haber podido traducir la serie y de haber
tenido ocasión de ir depurando mi traducción con los años. Traducir Los
Simpson es un trabajo especialmente laborioso, pero tiene sus
contrapartidas. Una de ellas, quizá mi preferida, es la libertad con la
que puedo encarar las traducciones gracias al entendimiento que he
conseguido tener con la directora de la serie. Poder inventar palabras
como ‘fresisuis’ (‘squishee’ en el original) o frases como ‘mutiplícate
por cero’ supone un desafío y un importante aliciente”.
“Por otra parte, sigo conservando palabras ideadas por el anterior
director de la serie y antigua voz de Homer, Carlos Revilla, como
badulaque o mosquis para mantener el estilo y como homenaje a él”. Nunca
está de más recordar algunas de las mejores traducciones de María José,
mis favoritas: “Espumito MacDuff”, “Idiotasio Z. Bragapompi”, “Me duele
la barriga de ganas de quererte”, “El peso específico del Salchichonio”
o los “Gambones al vapor”.
¿Me atreveré a decir que Los Simpson en español son más graciosos que
en inglés? María José tiene una opinión muy abierta para una persona
tan implicada en el sector del doblaje. “Como amante de los idiomas, me
gusta la versión original. Desde que tengo cuenta en Filmin, me estoy
inflando a ver películas que solamente pueden verse en festivales o
salas en V.O.S.E durante un breve espacio de tiempo. Me encantan el cine
iraní, el japonés, el danés… Y a fuerza de escuchar, voy reconociendo
palabras. No pretendo aprender esos idiomas, pero sí cogerles el aire,
acostumbrar mi oído a ellos”.
“Sin embargo, hay series que me gustan más dobladas, por ejemplo ‘Los
Soprano’. Me he habituado a sus voces y el trabajo de traducción,
adaptación y doblaje me parece fantástico. Con esto quiero decir que una
cosa no quita la otra, tanto el doblaje como el subtitulado tienen sus
ventajas e inconvenientes. Con el doblaje te puedes concentrar en la
imagen y olvidarte de ‘leer’. Por otra parte, las películas subtituladas
te permiten disfrutar de las voces originales, pero a veces la labor de
síntesis conduce a que te parezca estar leyendo textos tipo
telegrama. En resumen, me gustan los buenos doblajes y los buenos
subtítulos, aunque lo de ‘buenos’ sea un poco subjetivo. Mis series y
películas favoritas, si puedo, las veo en ambas versiones”.
Otro tema polémico cuando se habla del mundo audiovisual es el papel
de internet. Está claro que, problemas de piratería aparte, los
seguidores de una serie saben cuándo se comienza a emitir en versión
original y quieren verla sea como sea, los hábitos de entretenimiento
actuales no tienen nada que ver con los de hace diez años. “Se podría
hablar mucho sobre este tema. La necesidad de anticiparse a las páginas
de descarga ha obligado a la industria del cine a llevar a cabo
‘estrenos mundiales’, cosa que afecta mucho al trabajo de los
traductores audiovisuales. Tenemos que traducir versiones preliminares
hasta que llega la versión final. De ‘Los Simpson, la película’ llegué a
traducir hasta siete versiones”.
“Entiendo que mucha gente quiera ver sus series preferidas en cuanto
se estrenan. Los cambios de programación de las cadenas de televisión, a
veces repentinos y sin justificar, hacen muy difícil seguir una serie.
Por suerte, las cadenas están empezando a reaccionar y ya algunas
ofrecen sus principales series en versión ‘streaming’. La gente ha
cambiado y ya no quiere sentarse frente al televisor a la espera de que
pasen una serie, quiere abrir una página web y elegir lo que quiere ver
cuando lo quiere ver”.
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