lunes, 16 de enero de 2012

Pobre gerundio

En algún artículo de este blog ya me referí al gerundio en inglés, pero hace tiempo que vengo reflexionando sobre el gerundio en castellano.

Tanto en inglés como en francés, el gerundio -forma verboidal de los verbos- puede emplearse para indicar no solamente simultaneidad de acciones, sino para marcar que una acción es consecuencia de la otra. Es decir, sirve para marcar posterioridad de una acción respecto de la otra.

Por lo menos en los papeles, no es así en castellano. Las normas nos recomiendan no utilizar el "gerundio de consecuencia", el típico que encontramos en las noticias: "Se cayó un avión, muriendo diez personas". Sucede que el gerundio en castellano -insisto, en los papeles- indica simultaneidad de dos acciones. En el caso de la oración citada, la lógica indica que primero se cae el avión y a consecuencia de la caída mueren las personas. No importa si mueren justo en el aire, o de un síncope cardíaco mientras cae el avión: se considera que la muerte es consecuencia de la caída y, por lo tanto, posterior.

Es cierto que también puede utilizarse el gerundio para indicar anterioridad. Es perfectamente aceptable decir: "Habiendo concluido con las deliberaciones, la asamblea se dispuso a votar". En este caso, utilizo el gerundio para encabezar el verbo que me dice algo de las deliberaciones; y estas deliberaciones tuvieron lugar, lógicamente, antes del acto de votar.

Pero ya es moneda corriente que se emplee el gerundio de consecuencia, como el descripto y mencionado en el ejemplo del avión. En el aviso del dentífrico te hablan de su "gran poder bactericida, matando todos los gérmenes". El volantito de la crema humectante te dice que "humecta y protege la piel, proveyéndola a ésta de todos los nutrientes necesarios". Y así seguimos con la proliferación de los gerundios.

Por un lado se tiene el preconcepto de que "si unimos todos los datos en una sola oración, eso es prueba de que hablamos un mejor castellano". Si te lo dijeron alguna vez en la escuela, te aviso que no es tan así. Hay veces en que es más estético unir dos o tres datos en una sola oración -como en las oraciones subordinadas-, y otras veces no; en esas otras veces, lo más estético y lógico es organizar la información en dos oraciones.

Lo que tiene el gerundio como desventaja es que esas terminaciones que tiene, "ando", "endo" y "iendo", hacen que en la mente de quien las piensa y las usa parezca que el verbo que las lleva se "desliza" de la lengua, con lo cual nos brinda la sensación de que está perfectamente utilizado para indicar una consecuencia, que un acto se desprende de otro. El "ando", "endo" y "iendo" parecen toboganes lingüísticos que hacen que el verbo que los lleva se deslice suavemente hasta llegar al chapuzón fresquito de la pileta.

Pobre gerundio. Es una cosa y parece otra. Como la actriz seria, pero con buenas curvas, que quiere hacer Chéjov y la llaman sólo para hacer vodevil.