martes, 6 de diciembre de 2011

Reflexiones misceláneas

Veo -no sin cierta intriga- que en los programas de cocina, sobre todo los de la señal "Utilísima", se hace especial hincapié en "tener este plato preparado por si llega alguna visita de sorpresa, así tenemos algo que ofrecerle".

Yo no sé si los tiempos cambiaron mucho; tal vez sí, porque a mí me enseñaron que 1) si querés ir a visitar a alguien, primero le avisás que vas a pasar, cosa de no obligar al otro a que se tenga que bancar la visita; y fundamentalmente me enseñaron que 2) supongamos que hay muchísima confianza y hago una visita sin anunciarme antes; es básico y elemental NO IR CON LAS MANOS VACÍAS. O sea: no sólo caigo como peludo de regalo, sino que además me tienen que alimentar.

Tal vez los tiempos hayan cambiado mucho y yo no me enteré. Puede ser. Soy bastante ermitaña. Este mundo -en donde catar vinos se ha convertido en todo un acontecimiento y en donde el frenesí de los programas de cocina muestra casi con obscenidad eso a que mucha gente hoy no tiene acceso- cada vez me resulta más extraño.